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China e India desarrollan una rivalidad energética

autor Enzo Argüelles
tiempo de lectura 2 min
Publicado: 30 dic 2011

Los países BRIC (China, Rusia, India y China) son un símbolo de que el status de las naciones poderosas puede cambiar, y hasta revertirse. Estos cuatro países, que hace varios años tocaban fondo en el panorama económico son ahora los motores del desarrollo económico mundial.

Brasil y Rusia cuentan con fuentes energéticas que no sólo satisfacen sus necesidades internas, sino que generan excedentes que conforman un volumen de exportación que a convertido a estas dos naciones en jugadores geo-políticos que hay que respetar.

Sin embargo, China -reconocida como la fábrica del mundo- y La India -el callcenter global- han visto como el valor de su importación de combustibles se va por los cielos, al mismo tiempo que desplazan a millones de estadounidenses de sus puestos de trabajo.

El Banco Central chino reporta que su país habrá consumido 8.6 millones de barriles de petróleo al día en el 2010. Del mismo lado, el Banco Mundial anticipa que para 2030 se proyecta una demanda de 14.2 millones de barriles de petróleo a diario en la República Popular.

La India, de acuerdo a cifras oficiales, habrá consumido 3 millones de barriles de petróleo por día en el 2010. Pero, pasaría a utilizar 7.2 millones de barriles de petróleo al día en 2030, según reportes del Banco Mundial.

Estos dos nuevos colosos de la producción, que presionan al alza el precio de los commodities, son los responsables de que el petróleo amenace con estancar las finanzas globales y evitar la superación de la crisis.

Los Estados de La India y China buscan luchan por participar desde el punto de vista accionarial en las grandes corporaciones petroleras. Las consecuencias son naturales: el precio de los instrumentos de corporativos sube, y con ellos, la cotización del crudo.

Acerca de este problema inminente, la solución consiste en diversificar las fuentes de energía, pero eso requiere que los gobiernos decidan invertir seriamente en investigación.

Mientras tanto, quienes se enfrasquen en el peligroso mundo de la especulación con petróleo, tiene la responsabilidad de vigilar la conducta que muestran estas nuevas potencias mundiales.

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