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Más de 217 muertos en el terremoto de México, 20 de ellos niños a los que se las cayó encima su escuela

autor Enzo Argüelles
tiempo de lectura 3 min
Publicado: 20 sept 2017

El terrorífico terremoto que asoló a México en la tarde de ayer, de magnitud 7,1 y con el epicentro situado en el límite entre los estados de Puebla y Morelos, a una profundidad de 57 km. y a unos 75 kilómetros de la ciudad de México, se ha cobrado ya la vida de 248 personas, en un dramático ‘conteo’ que parece no tener fin y que se agrava con la muerte de al menos 20 niños en el derrumbe de su escuela. Edificios que colapsan, explosiones de gas impresionantes, réplicas de hasta casi cinco grados en la escala Richter… el horror sigue dominándolo todo en México.

Era el aniversario del devastador terremoto de 1985. El día elegido a nivel nacional para hacer un gran simulacro de la respuesta ciudadana a los terremotos. Pero esta vez no fue una prueba sino una durísima realidad. Un terremoto que llegaba apenas dos semanas después de otro que golpeó al país con una magnitud de 8,1 y que segó la vida de 98 personas.

https://www.youtube.com/watch?v=Z4JlzdcUOJw

Pero esta vez era peor, aunque fuera menos fuerte. Su epicentro pegaba de lleno entre los estados de Puebla y Morelos, muy cerca de la ciudad de Raboso, y aunque de menos intensidad, las consecuencias fueron mucho más funestas. Algunos edificios no pudieron soportar la violencia con la que se movió la tierra bajo sus cimientos y acabaron por derrumbarse con muchos de sus vecinos dentro.

Como ocurrió en la escuela Enrique Rebsamen, en la que veinte niños y dos adultos han sido confirmados como muertos tras ser encontrados sus cadáveres entre los escombros. Y otros 30 niños y ocho adultos aún están desaparecidos mientras los equipos de rescate luchan desesperados por intentar llegar a tiempo de salvar alguna vida.

https://www.youtube.com/watch?v=jncOaojDv6g

Las imágenes que inundan las redes sociales y los medios de todo el mundo son espeluznantes. Edificios que se caen en directo mientras se escucha a los vecinos pedir que por favor salgan de la casa. Pero no les da tiempo y los lamentos de “Dios mío, Dios mío” entre sollozos encojen el corazón. Imágenes llenas de escombros esparcidos por carreteras y enormes pedazos de edificios colapsados en el suelo con cientos de habitantes aterrorizados huyendo a las calles.

La angustia de los trabajadores de rescate y los vecinos intentando colar mangueras entre los escombros para abrir paso al aire que permita respirar a los atrapados y les salve de una segura muerte por asfixia.

https://www.youtube.com/watch?v=I4sWM6pxx50

Los gritos pidiendo silencio para poder escuchar algún ruido que ayude a localizar a los que sigan vivos bajo toneladas de cemento y hormigón. Un silencio que hiela la sangre.

También hay, claro, momentos para la alegría, como como ése en el que vimos a los trabajadores de rescate celebrando la vida de un niño al que consiguen sacar vivo de los restos de la Escuela Rebsamen.

Pero los datos, de momento, sólo hablan de muerte y destrucción. En la Ciudad de México hay un total de 45 edificios destruidos. Y el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, llegó a afirmar que la cifra de fallecidos era de 248, aunque más tarde rebajó el total a 217 muertos repartidos así, según las ciudades: 86 en Ciudad de México, 71 en Morelos, 43 en Puebla, 12 en el Estado de México, cuatro en Guerrero y uno en Oaxaca.

Desgraciadamente la cifra no es definitiva y mucho nos tememos que aumente en las próximas horas.

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