Beneficios de las Salchichas tipo Frankfurt
La carne es uno de los principales pilares en una alimentación equilibrada. Dentro de esta categoría se pueden englobar numerosos productos, desde salchichas o embutidos hasta un filete o una chuleta. Una de sus mayores virtudes es su elevado aporte en proteínas, pero también tienen otros beneficios que merece la pena destacar.
Salchichas tipo Frankfurt
Con o sin queso; de cerdo, pollo o pavo; crudas, fritas o a la plancha… Las salchichas tipo Frankfurt pueden ser y prepararse de muchas formas distintas. Se trata de productos con un alto contenido en proteínas (entre un 12% y un 23%); por ello, se recomienda acompañarlas de alimentos ricos en hidratos de carbono, como arroz, pasta, verduras o pan.
El contenido de grasas de las salchichas oscila entre los 16 y 26 gramos por cada 100 de producto. Ésta no es una cantidad excesiva dentro de una dieta saludable pero, si alguien desea cuidar mejor su línea, podrá encontrar en el mercado otras opciones menos grasas, como las salchichas de pollo o de pavo, que tienen hasta un 30% menos de grasa.
Nutricionalmente, las salchichas que incluyen en su composición queso o leche se convierten a su vez en una fuente de calcio. Así, una ración compuesta por dos o tres salchichas (dependiendo del tamaño) constituye el 15% de las necesidades diarias de calcio para niños de entre 4 y 9 años y para adultos mayores de 20.
Además, este alimento contiene minerales beneficiosos como hierro, magnesio o fósforo. Por otra parte, hay que destacar un elevado contenido en sodio, procedente de la sal, que es necesaria para retener el agua que contienen las salchichas. La cantidad diaria recomendada de sal son 6 gramos, y una ración de salchichas puede cubrir entre el 20% y el 50% de esa cantidad, por lo que no hay que abusar de su consumo, especialmente si se trata de personas con enfermedades renales o hipertensión arterial.
Otro de los componentes de las salchichas es el colágeno, una proteína de alto valor biológico que proviene de algunas partes cárnicas no magras, como los tendones. No obstante, el contenido en proteína de estos productos es inferior al de las carnes frescas. En el proceso de elaboración de las salchichas también entran otros componentes, como el agua, necesaria para aportar el sabor y la textura suave que caracteriza a este alimento.
En cuanto a los aditivos que contienen las salchichas, destaca la presencia de conservantes como el gluten o proteínas de leche. Se trata de sustancias habituales en los productos procesados aunque son alérgenos, por lo que los fabricantes incluyen siempre su presencia en el envasado. Aquellas personas con intolerancia al gluten encontrarán en la FACE (Federación de Asociaciones de Celiacos de España) una herramienta muy útil, pues pueden buscar una amplia lista de salchichas (entre otros productos) sin este componente.
Otros aditivos que pueden incluir son los nitratos y los nitritos, utilizados por sus propiedades antimicrobianas. Aunque su presencia en exceso podría suponer un peligro para la salud, en las dosis utilizadas en estos productos no representan ningún peligro, por lo que se pueden consumir salchichas de forma habitual.
En definitiva, las salchichas pueden tener un hueco en la alimentación equilibrada de cualquier niño o adulto siempre y cuando no sufran alguna enfermedad que les obligue a reducir al mínimo la ingesta de alimentos con sodio. Y, como recomendación general, siempre será preferible que vayan acompañadas de otros alimentos ricos en hidratos de carbono.