Cómo comprar el electrodoméstico perfecto

Los electrodomésticos no son productos que compremos de forma habitual y, sin embargo, sí son de uso diario y tienen la capacidad de facilitarnos enormemente la vida: lavadoras, planchas, frigoríficos, lavavajillas, aspiradores… Sí, nuestras casas están llenas de muchos de estos “amigos” sin los que muchas no podríamos vivir.

Debido a su coste y a su ya mencionada utilidad, la compra de un electrodoméstico supone una gran decisión. Pero, ¿en qué hay que fijarse cuando adquirimos uno de estos productos? ¿Cuáles son las características que debemos tener en cuenta? ¿Y qué significan todos esos símbolos y palabras extrañas que encontramos en sus descripciones? Te damos las claves para hacer la compra perfecta de un electrodoméstico.

Aspiradores sin cables

Se trata de un electrodoméstico imprescindible para mantener el suelo de nuestro hogar libre de suciedad. Hoy en día podemos encontrar en el mercado diferentes tipos y tamaños de aspiradores, pero sin duda, unos de los más prácticos son aquellos que no necesitan cables: son manejables, cómodos y, sobre todo, muy fáciles de utilizar.

A la hora de adquirir uno de ellos, primero tenemos que pensar en el uso que le vamos a dar. Si lo que queremos es comodidad por encima de todo, los robots aspiradores pueden ser la mejor opción, ya que funcionan por sí solos sin necesidad de que nosotras hagamos nada. Son capaces de limpiar nuestra casa sorteando muebles gracias a sus sensores de movimiento y además son muy silenciosos, algo que sin duda toda la familia agradecerá.

Cómo elegir el aspirador perfecto

Si adquirimos un aspirador sin cables o un robot aspirador, conviene fijarnos en sus características para asegurarnos que sea un producto de calidad en el que merezca la pena invertir a largo plazo:

– Batería: a poder ser de Litio-on, porque duplican la vida útil de las convencionales y mantienen su capacidad durante mucho más tiempo para una limpieza completa del hogar.

– Motor: importante informarnos sobre su durabilidad y potencia, e imprescindible que cuente con una garantía.

– Cepillos y accesorios: existen diferentes cepillos y accesorios que van incluidos con estos aspiradores y que están orientados a una limpieza más específica y en profundidad, como la de las alfombras o los suelos más duros. El cepillo debe asegurarnos una correcta succión para aspirar cualquier tipo de suciedad, incluido el pelo de las mascotas, tan difícil a veces de eliminar.

– Capacidad del depósito: importante que se trate de un depósito higiénico y de fácil extracción y vaciado para evitar los escapes de suciedad, y con capacidad suficiente para poder aspirar en múltiples ocasiones sin tener que vaciar el depósito con demasiada frecuencia.

En cuanto a los robots, los cuales están revolucionado los hogares últimamente, hay que informarse antes de su compra del coste de sus recambios, de la duración de sus baterías, del nivel de ruido que producen o del tipo se de sensores que tienen, para evitar que se choquen con paredes y muebles. Además, algunos son capaces incluso de limpiar en la oscuridad, por lo que podríamos utilizarnos de noche si quisiéramos. Esta característica solo la ofrecen los robots con doble cámara (cámara inferior y superior), capaces de escanear el techo y la superficie realizando un trazado de mapas para no dejarse ni una mota de polvo sin limpiar. Además, memorizan la forma de la habitación, por lo que pueden limpiar a oscuras.

En cualquier caso, para hacer una buena compra hay que asegurarse de que sean lo más cómodos posibles y que nos aseguren una limpieza completa del hogar. Si nos decantamos por un aspirador en lugar de un robot, el aspirador que escojamos debe evitar que permanezcamos agachadas o en una postura incómoda durante el tiempo que lo utilizamos, por eso una de las mejores opciones es decantarse por aquellos que no tienen cables, pues pueden ahorrarnos mucho tiempo. Comodidad y limpieza eficaz son los dos factores principales que debemos de tener en cuenta antes de adquirir un aspirador.

Dentro del mundo de los aspiradores sin cables, no solo nos encontramos con los robots, también existen otros modelos que nos pueden facilitar la vida. Entre ellos nos encontramos con:

– Aspiradores trineo: su potente succión permiten realizar una limpieza a fondo. Además, existen modelos capaces de seguirnos por casa mientras limpiamos gracias a sus sistemas de movimiento. Puede ser una opción adecuada si buscamos comodidad y limpieza a fondo, de cualquier superficie, pues gracias a su potencia pueden eliminar la suciedad tanto dentro como fuera de casa. Además, su depósito es mayor.

-Aspiradores escoba: fáciles de manejar y sin cables, por lo que podemos trasladarlos por toda la casa sin ni siquiera tener que agacharnos. Hay algunos que incluyen recambios de baterías, algo sin duda muy útil a la hora ahorrar tiempo, pues evitamos tener que cargar el aspirador continuamente. Sus cepillos especiales son capaces de aspirar todo tipo de suciedad, especialmente los pelos de mascota, haciendo además que no se enreden. Una opción práctica e higiénica.

Cómo elegir la mejor lavadora

La lavadora es uno de esos inventos sin los que ya no se concibe un hogar. Cuando hablamos de lavadoras, podemos diferenciar entre varios tipos diferentes: las de carga frontal o carga superior, las que también incluyen la función secadora y las que no… Pero más allá de esas características concretas y fácilmente reconocibles, hay otras muchas especificaciones con las que puede contar una lavadora y que tal vez no resultan tan fáciles de comprender, sobre todo si nos enfrentamos a nuestra primera compra de este electrodoméstico.

Antes que nada, tenemos que tener en cuenta cuáles son nuestras necesidades con esa lavadora. Por ello hay que fijarse en su capacidad de carga, que compensará que sea mayor en el caso de familias numerosas. Hay lavadoras de hasta 15 kilos de capacidad, aunque son perfectamente válidas las de 12 o 10 kilos para familias numerosas. En el caso de parejas o personas que vivan solas, con una carga de entre 6 y 8 kilos debería ser más que suficiente. El hecho de que haya que asegurarse bien de la capacidad que necesitaremos no solo responde a que el precio aumenta a medida que aumenta la capacidad, sino a que una mayor capacidad de carga va acompañada también de un consumo superior de luz y agua en cada lavado.

Otro elemento en el que hay que fijarse es la velocidad de la lavadora, que se mide en revoluciones por minuto. Es lo que comúnmente conocemos por centrifugado, y a mayor velocidad de centrifugado, menos humedad se quedará en la ropa y por tanto más fácil será su secado. Hay modelos de lavadoras que alcanzan una velocidad de hasta 1400 revoluciones por minuto, absorbiendo más de la mitad de la humedad de la ropa. Aunque obviamente las que tengan mayor centrifugado serán más caras, puede merecer mucho la pena comprar una lavadora tan potente en lugares húmedos o de lluvias frecuentes.

Un aspecto muy importante a la hora de comprar una lavadora es fijarse en las etiquetas energéticas. Hay que optar siempre que se pueda por aquellas de mayor eficiencia energética. Hay siete clasificaciones diferentes que van desde la A hasta la G, donde la letra A es la más eficiente. Cuando veamos una marca, hay que optar preferiblemente por los modelos A, de A+++ en adelante, ya que son los que ahorran más energía.

En las lavadoras, el mayor consumo eléctrico se produce cuando se calienta el agua que limpia la ropa, por lo que si queremos ahorrar en la factura, también hay que optar por bajas temperaturas siempre que sea posible.

También es de valorar positivamente que tengan programas de lavado ecológicos y de corta duración. En cuestión de programas, cada lavadora es un mundo. Lo ideal es que cuente con al menos 8 o 10 programas para poder aprovechar cada lavado con las características concretas que deseemos. Algunas lavadoras ya incluyen programas antialergias, de cuidado infantil, de ropa de deporte o de cuidado de la piel que protegen mejor nuestras prendas en cada ocasión. Y, si lo que queremos es optimizar el uso de una lavadora, lo más recomendable es utilizarla siempre que sea posible al máximo de su capacidad.

Por último, hay un factor esencial a tener en cuenta cuando compramos una lavadora: su garantía. Es sinónimo de confianza una garantía nos permita solucionar cualquier fallo o defecto del electrodoméstico en poco tiempo y que nos cubra un largo periodo de tiempo. Hoy en día, hay garantías de lavadoras que pueden llegar hasta los 10 años, y lo mismo sucede con los frigoríficos, los siguientes electrodomésticos que analizaremos.

Cómo elegir un frigorífico

Si no imaginamos una casa sin lavadora, tampoco lo hacemos sin un frigorífico. Estos electrodomésticos tienen más cosas en común con las lavadoras que el hecho de hacernos la vida más cómoda. Por ejemplo, comparten la simbología de sus etiquetas energéticas. Dichas etiquetas pueden ser A, B, C, D, E, F o G, yendo de menor a mayor consumo paulatinamente. Dentro de la categoría A, encontramos A+, A++ y A+++, llegando incluso a A+++ (-20%,) siendo esta última la más favorable con el medio ambiente y con la economía familiar, pues consume menos haciendo el mismo trabajo.

Un aspecto muy importante a la hora de comprar un frigorífico es su capacidad, que viene expresada en litros. Para una sola persona o para un frigorífico al que no se le va a dar mucho uso, bastaría con una capacidad que ronde los 200 o 250 litros, mientras que para una familia, lo ideal sería una capacidad superior a los 350 o 400 litros.

Hoy en día existen opciones en el mercado de más de dos puertas con una capacidad que supera los 600 litros.

Otras consideraciones a tener en cuenta de forma positiva sobre los frigoríficos es que sean “No frost”, que mejoran la congelación y la refrigeración y evitan la escarcha; o el hecho de que cuenten con cajones especiales para que dentro del propio frigorífico se puedan conservar mejor los alimentos, como la fruta y verdura, que requieren un ambiente óptimo para conservar la humedad. En este sentido, hay algunos frigoríficos que cuentan con compartimentos más fríos para poder conservar los alimentos más tiempo sin necesidad de congelar.

Y hablando del congelador, la duración de los productos congelados es otro punto a tener en cuenta y viene indicada con estrellas. Una estrella supone una congelación a -6º, la más baja de todas, para conservar los alimentos congelados por pocas horas. Las dos estrellas (-12º) permiten congelar los alimentos varios días antes de ser preparados, mientras que las tres estrellas (-18º) conservan durante varios meses y las cuatro estrellas (de -24º a-30º) lo hacen aún con mayor rapidez.

Por último, hay algunos consejos que se pueden seguir para ahorrar energía en la nevera además de los ya mencionados. Por ejemplo, es importante comprar un frigorífico de un tamaño acorde a nuestras necesidades, de tal forma que no se desperdicie energía (y por tanto aumente el consumo) con un frigorífico más grande del que realmente se necesita. También es recomendable tener el frigorífico casi lleno, ya que consume menos que si está vacío o medio vacío. Y, en último lugar, hay que evitar abrir la puerta de forma innecesaria, porque se pierde frío y recuperar la temperatura deseada supondrá un consumo adicional de energía. Para evitar esto existe la doble puerta Door in Door, que facilita el acceso a tus caprichos sin perder aire frío.