18 condiciones de una madre a su hijo de 13 años para regalarle un iPhone
Se llama Greg Hoffman y es uno de tantos adolescentes que llevaba soñando con un Iphone casi desde que llegó al uso de razón. La mayoría de sus amigos ya han conseguido cumplir su sueño, algunos hace años, y él todavía está a la espera de que en su casa den el brazo a torcer.
Y entonces su madre le sorprende y pone sobra la mesa la posibilidad de hacer su sueño realidad… pero con condiciones.
Porque junto al regalo venía una carta en la que su madre le dejaba muy claro que “si aceptas el móvil también debes aceptar algunas normas en forma de contrato”.
Y junto al anuncio de las condiciones, la explicación: “Por favor, lee el siguiente contrato. Espero que entiendas que mi trabajo es convertirte en un hombre equilibrado y que puede convivir con la tecnología”.
La primera reacción de Greg no fue precisamente de entusiasmo, y después de hacer a su madre las consabidas preguntas de “¿porqué?, ¿Por qué yo?”, no tuvo más remedio que aceptar las condiciones que figuraban en el contrato. Tenía claro que la alternativa era volverse a quedar sin móvil.
Y estas son las 18 condiciones que la madre le impuso a Greg Hoffman para poder tener su Iphone, y escritas en primera persona:
1. La primera, suscrita por su madre le decía: Es mi teléfono [de la madre]. Yo lo he comprado. He pagado por él. Yo te lo cedo. ¿No soy la mejor?
2. Siempre sabré la contraseña.
3. Si suena, responde. Es un teléfono. Di hola, sé educado. Nunca ignores una llamada sobre todo si es de tu padre o de tu madre.
4. Danos el teléfono a las 19,30h si al día siguiente tienes clases, y a las 21.00h el fin de semana. Se apagará durante la noche y se volverá a encender a las 07.30h. Respeta los horarios de las otras familias, como a nosotros nos gusta que también se respete.
5. El teléfono no irá contigo a clase. Conversa en el colegio con la gente con la que luego te mandas los mensajes. Es una habilidad social.
6. Si se te cae a la bañera, al suelo o se rompe, tú eres el responsable de pagar la reparación. Debes tener ese gasto previsto.
7. No uses la tecnología para mentir o vacilar a nadie. No participes en conversaciones que pueden herir a otros. Sé un buen amigo o al menos aléjate de esas situaciones.
8. No envíes mensajes, correos o contactes con gente con la que no lo harías en persona.
9. No converses por el teléfono móvil con las personas a las que no traerías a casa.
10. Nada de porno. Busca en internet información y compártelo conmigo. Si tienes cualquier duda pregunta a alguien. Preferiblemente a tu padre o a mí.
11. Apágalo o ponlo en silencio cuando estés en público. Sobre todo en los restaurantes, cines o cuándo estés hablando con una persona. No eres maleducado, no dejes que un iPhone cambie eso.
12. No envíes o recibas imágenes de las partes íntimas de nadie. No te rías. Algún día estarás tentado aunque seas muy inteligente. Es peligroso y pude arruinar tu adolescencia. Es una mala idea. El ciberespacio es más grande y poderoso que tú. Y es difícil hacer que algo desaparezca, incluida la mala reputación.
13. No hagas fotos y vídeo de todo. No hay necesidad de documentar tu vida entera. Vive tus experiencias. Se almacenarán en tu memoria para siempre.
14. Deja de vez en cuando el teléfono en casa y siéntete seguro con la decisión. No es una extensión de cuerpo. Aprende a vivir sin él aunque ya lo tengas.
15. Descarga música nueva o vieja o diferente de la que escuchan millones de personas al mismo tiempo. Tu generación tiene acceso a más canciones que nunca nadie antes. Disfruta la ventaja.
16. Los juegos de palabras, puzles o los de entrenamiento mental son los mejores.
17. Mantén los ojos abiertos. Mira el mundo que pasa a tu alrededor. Mira por las ventanas. Escucha a los pájaros. Da paseos… Pregúntate cosas sin usar Google.
18. Si pierdes el rumbo te quitaré el teléfono. Nos sentaremos a hablar sobre ello y empezaremos de nuevo. Tú y yo estamos siempre aprendiendo. Estoy en tu equipo y estamos juntos en esto.
Toda una lección de ‘educar con el iphone’ sin dejar que sea el teléfono el que mande y decida. Al final es un objeto maravilloso. Pero sólo es un objeto.