Estrés: Amigo o enemigo
El estrés usualmente se manifiesta como respuesta a una gran variedad situaciones de nuestra vida diaria que nos exigen estar bajo presión, como por ejemplo una fecha límite en nuestro trabajo o estudios, una crisis financiera, tener una discusión familiar, o incluso padecer una enfermedad.
Adicionalmente a esto, el estrés también se manifiesta en situaciones que nos exigen cambiar o adaptarnos a nuevas condiciones, como por ejemplo tener un bebe, terminar o empezar una relación amorosa, cambiar de trabajo o casa, irse de vacaciones, y muchas otras circunstancias que no son necesariamente negativas.
Nuestra reacción hacia el estrés es por lo tanto muy compleja y depende fuertemente de la habilidad de cada persona para adaptarse a nuevas circunstancias así como de la manera en que cada uno de nosotros percibe el cambio en nuestras vidas.
Es bien sabido que lo que causa estrés y temor a algunas personas, es para otras algo así como un estímulo bienvenido porque muchas veces lo necesitan para seguir adelante, para reaccionar ante una situación, para tomar decisiones rápidas, para avanzar y enfrentarse con decisión a nuevas metas.
Por eso, para aprender a manejar el estrés tenemos que trabajar en nuestra habilidad mental y aprender a modificar lo que percibimos como un cambio bueno o malo.
Independientemente de nuestra reacción, existen factores de estrés, también llamados “estresores”, que afectan a la mayoría de personas y que rompen el equilibrio dinámico del organismo, llamado también homeostasis. Estos factores pueden ser cualquier estímulo externo o interno de índole químico, físico, somático o sociocultural.
Clasificar todos estos “estresores” y determinar su influencia en nuestro cuerpo, ha sido una parte fundamental en el estudio y comprensión de esta condición que ha realizado un grupo de científicos.
Gracias a este estudio se han llegado a identificar 8 grandes categorías de detonantes de estrés:
Frustración.
Percepción de amenaza.
Aislamiento y confinamiento.
Estímulos ambientales dañinos.
Bloqueos en nuestros intereses.
Situaciones que fuerzan a procesar información de una forma rápida.
Alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etc.)
Presión grupal.
Estos estresores se pueden presentar de una forma leve, o de una forma aguda y también pueden darse como resultado de la anticipación acerca de lo que puede ocurrir en el futuro, convertido por nuestra cabeza en preocupaciones o estímulos que desencadenarán diferentes reacciones en cada uno.
Independientemente de las causas del estrés, lo importante para cada uno de nosotros es saber cómo enfrentarse a estas situaciones que se presentan en la vida de todas las personas. Nuestro éxito o fracaso respecto al manejo de estos estresores, determinará la reacción en nuestro cuerpo, así como las consecuencias de este estrés generado.
Existen múltiples técnicas para relajar nuestro cuerpo y enseñarlo a lidiar con el estrés. Entre estas técnica se encuentran los métodos de relajación, meditación, aromaterapia, etc.
En esta sección encontrarás una guía para ayudarte a manejar el estrés y tornarlo como algo que realmente puede ser positivo en tu vida. Y bien llevado te ayudará a construir más que a destruir, ya sean muros defensivos, puentes o torres de vigilancia.