Pásalo utiliza cookies propias y de terceros para analizar tráfico y para publicidad. Si sigues navegando aceptas nuestra Política de Privacidad.

¿Si tengo lumbalgia es mejor el reposo o el ejercicio, el frío o el calor?

autor Enzo Argüelles
tiempo de lectura 2 min
Publicado: 12 may 2017

La lumbalgia es una afección que presenta hasta el 80% de las personas en algún momento de la vida.

Causas

La causa más frecuente son problemas de columna vertebral, en la mayoría de los casos no por una alteración orgánica, sino por alteraciones de la musculatura de la zona en relación con sobreesfuerzo, posturas anómalas o por inactividad física.

Tratamiento

En la mayoría de los casos el dolor se alivia con analgésicos y mejora en dos días.

Como normal general el paciente con lumbalgia deberá mantener el mayor grado de actividad que le sea posible, no se recomendándose reposo en cama salvo que la intensidad de los dolores así lo aconseje y siempre de forma intermitente, por el tiempo mas corto posible, preferiblemente no mas de dos o tres días. Los estudios realizados demuestran que el reposo en cama retrasa la recuperación y facilita que el dolor reaparezca.

Después el paciente deberá intentar reemprender sus actividades, permaneciendo tan activo como sea posible, aumentando progresivamente su nivel de actividad física en un periodo de días o semanas.

Si el dolor no es incapacitante se recomienda seguir con las actividades habituales en la medida de lo posible, tanto de la vida diaria como laboral (siempre según el tipo de trabajo).

Si el paciente puede, esta indicado caminar, el paseo favorece la recuperación y previene nuevos episodios. Se recomiendan ejercicios de fortalecimiento de los músculos del tronco y de control de la postura. Conviene evitar sobrecargar la espalda, aplicando normas de higiene postural al realizar determinados movimientos y esfuerzos.

Si se alivia se puede aplicar calor o frío en la zona dolorosa, aunque no hay estudios científicos que hayan evaluado su efecto.

La aplicación de calor local casero mediante mantas eléctricas, compresa u otros medios suele contribuir a aliviar la sintomatología dolorosa.

En general, el frío se aplica inmediatamente después de la lesión y el calor en la reagudización de las dolencias crónicas.

De igual forma se pueden aplicar masajes en la zona dolorosa si estos producen mejoría de los síntomas aunque son escasos los estudios científicos que han demostrado su eficacia.

En aquellos pacientes que han tardado más de 6 semanas en incorporarse a sus actividades habituales, se deben iniciar actividades suaves como andar o nadar para fortalecer los músculos e iniciarse paulatinamente ejercicios específicos para la espalda

Si el dolor se acompaña de fiebre, pérdida fuerza o de sensibilidad, perdida de peso o si el dolor no mejora transcurrida una semana, se deberá consultar con un medico quien valorará la situación mediante exploración física y la interpretación de los signos y síntomas del paciente, y actuará en consecuencia; estableciendo pautas terapéuticas, solicitando pruebas diagnosticas o derivando a el especialista que considere.

Noticias | Salud | Religión | Viajando con Héctor | Curiosidades | Deportes
Política de Privacidad