El misterio de las Pirámides bosnias con poderes curativos
El Valle de las Pirámides bosnio es un conjunto increíble que cuenta con estructuras mayores que la Pirámide de Keops en Egipto. Y más impactante aún, porque dicen que las piedras tienen poderes curativos. Se trata de un hallazgo tan asombroso que tiene un pequeño tufillo a fraude que no se le escapa a casi nadie.
El Valle de las Pirámides bosnio se encuentra en la localidad de Visoko, a 30 kilómetros al norte de Sarajevo, la capital del país. Es una zona montañosa con bonitos paisajes y ruinas de antiguas capitales. Pero desde hace años, las supuestas pirámides copan la mayoría del turismo.
Las pirámides, un descubrimiento de 2005
Su historia se remonta al 2005. Es el año en que Semir Osmanagić, un empresario bosnio-americano, visitó la zona.
Quedó fascinado por la forma de las montañas que circundan la ciudad y se le ocurrió que, tal vez, no se tratase únicamente de cerros, sino que fueran antiguas pirámides.
Tras ello, y según cuenta él mismo en la página web del lugar, Semir Osmanagić abrió un libro sobre antiguas civilizaciones que tenía en el coche y ocurrió la magia. La forma del cerro de Visoko coincidía con pirámides mexicanas precolombinas.
A partir de entonces Semir Osmanagić comenzó excavaciones para intentar probar su teoría. Llamó al montículo más alto “Pirámide del Sol” y, a otro que estaba cerca, “Pirámide de la Luna”, copiando los nombres de las pirámides de Teotihuacán, en México.
En 2006 creó una fundación para buscar fondos destinada a la excavación e investigación de las “pirámides”.
También una red de túneles subterráneos
A las pirámides del Sol y de la Luna pronto se unieron las del “Amor”, “Tierra” y “Dragón”. También desveló lo que sería una complejísima red de túneles subterráneos uniendo unas pirámides con otras.
Según organizaciones locales y la página web, su construcción dataría de hace más de 10.000 años. Pero el propio Osmanagić ha comentado en ocasiones que la edad podría ser de unos 32.000 años, según han podido comprobar gracias a unos supuestos análisis de radiocarbono.
La comunidad arqueológica, no obstante, ha mostrado su total rechazo y preocupación.
Las “pirámides” se corresponden con formaciones geológicas conocidas como “planchas” por su forma triangular. Y los estudios con que se avalan la hipótesis de las pirámides carecen de cualquier rigor.
Osmanagic, al estilo Indiana Jones
El señor Semir Osmanagić no es considerado ni siquiera un arqueólogo amateur. Todo su conocimiento previo en esta ciencia se limitaba a haber visitado algunas pirámides en América.
Y sus escritos apoyaban una “arqueología alternativa”, una pseudociencia que carga contra todo lo conocido sin aportar realmente pruebas de lo contrario. En definitiva, lo único que tiene de arqueólogo esta persona es la vestimenta a lo Indiana Jones.
Pero la historia de estas pirámides no se trataría solo de una engañifa. Arqueólogos internacionales señalan que las excavaciones podrían ser peligrosas para la propia historia de Bosnia y Herzegovina.
En el cerro de Visočica – la “Pirámide del Sol”- se encuentran los restos de la ciudad antigua de Visoki. Se trata de un castillo real del siglo XIV que ejerció como capital del país. De continuar las excavaciones, estas ruinas podrían destruirse.
El gobierno bosnio no parece importunado por el riesgo de su patrimonio arqueológico. Todo lo contrario. En posts recientes en su página de Facebook aparecen personajes de diferentes administraciones de turismo visitando el lugar.
Los propios bosnios que dudaron de estas teorías fueron amenazados y catalogados como corruptos.
A Anthony Harding, presidente de la Asociación Europea de Arqueólogos por aquel entonces, le llegaban cartas llamándolo “amigo de los serbios”.
¿Un símbolo del nacionalismo?
Y es que a un país como Bosnia-Herzegovina, de reciente fundación y fraccionado tras la Guerra de los Balcanes, le convienen estas pirámides. Son un nuevo símbolo para el nacionalismo bosnio, inculcando a sus habitantes que su tierra es única y magnífica dentro de todas las que le rodean.
Una nueva Meca para el nacionalismo bosnio con tintes incluso religiosos.
Tras unos primeros años intentando demostrar “arqueológicamente” la existencia de las pirámides, el discurso tomó una nueva orientación.
¿Mágicos poderes curativos?
Ahora, las pirámides y los túneles no son únicamente una pieza arqueológica: también tienen propiedades curativas. El lugar escogido por esa antigua civilización superinteligente y los materiales utilizados hacen que las pirámides funcionen como un “amplificador gigante de diferentes tipos de energía”.
Por su parte en los túneles estarían bloqueadas todo tipo de ondas “nocivas” como wifi, cósmicas o radiactividad. Además, hay mayor concentración de iones negativos, supuestamente buenos para todos los aspectos de la salud.
Las personas que visitan el lugar tienen así, dicen, una mejor regulación de la glucosa, aumentan los glóbulos blancos, mayor detoxificación en el hígado y en curación de enfermedades tan dispares como tumor prostático, Parkinson o fibromialgia.
En la página de Facebook de la fundación hay historias sobre ello.
En un post reciente relatan cómo Dragan y Marina Kopilovic, un matrimonio bosnio, se han recuperado de sus dolencias tras la visita al lugar. A él ya no le duele la rodilla. Ella ha dejado de toser.
En definitiva, una serie de premisas absurdas y sin ningún fundamento científico conocido que buscan atraer visitantes aparentemente por beneficio económico. Sin más.
Tan es así que la comunidad científica en conjunto afirma que ni las pirámides son tales, ni existen pruebas de beneficios reales sobre la salud.
Pero a pesar de tanto supuesto cuento, la realidad es que si alguna vez visitas Bosnia-Herzegovina, no dudes en acercarte a Visoko.
Es una zona con unos paisajes espectaculares y muy rica en historia.
Otra cosa es que si intentan venderte que allí está la civilización antigua más avanzada del mundo, o te prometen que dejarás de ser miope, ten cuidado: te cobrarán 40€ por persona para ver lo que más bien suena a un fraude de dimensiones faraónicas.