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El presidente filipino ordena matar a su propio hijo si se demuestra que tiene alguna relación con drogas

autor Enzo Argüelles
tiempo de lectura 3 min
Publicado: 21 sept 2017

Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, ha añadido otra locura más a su ‘asesina’ campaña antidrogas y ha pedido a la policía que mate a su propio hijo si lo considera culpable de tener vínculos con el tráfico o el uso de drogas.

Su política de matar en plena calle a cualquier persona que tenga relación con las drogas ha costado ya la vida de unas 9.000 personas, y ahora su hijo mayor, Paolo, aparece en algunas informaciones relacionado con las drogas. Tanto que las acusaciones hablan de que sería miembro de un sindicato del crimen organizado chino.

Y a Duterte no le ha temblado el pulso por tratarse de su hijo de 42 años, hasta el punto de que ha ordenado a la policía llevar a cabo los procedimientos estándar de su polémica campaña de guerra contra las drogas.

Y si su hijo es declarado culpable, le ha dicho de forma pública: “Mis órdenes son matarte si eres atrapado, y protegeré al policía que te mate”.

Paolo Duterte se enfrentó al Senado de Filipinas a principios de este mes acusado de estar involucrado con la ‘banda de La Tríada’, alegaciones que calificó de “sin fundamento” y basadas solamente en “rumores”.

A Paolo ya le había acusado en 2016 un ex policía retirado, de ser el cerebro de una operación para meter droga en el país, si bien las acusaciones nunca se pudieron probar.

Pero durante la audiencia, el opositor Antonio Trillane le pidió que se quitara la camisa y mostrara un gran tatuaje en la espalda que supuestamente demostraría su pertenencia a facción mafiosa china. A lo que Paolo Duterte se negó, aunque reconoció que sí tenía un tatuaje en la espalda.

Además del asunto del tatuaje, el senador opositor afirmó que existía un informe realizado por un grupo de la policía en el que se acusaba a Paolo de estar involucrado en la importación ilegal de autos de lujo y otros artículos.

Al presidente filipino le preguntaron sobre el caso durante un discurso a los trabajadores en su palacio en Manila, ayer miércoles, y Duterte no dudo en declarar que mantendría para su familia las mismas condiciones que para el resto de ciudadanos, y que no tendría problema alguno en matarlo si las acusaciones se probasen.

También dijo el presidente que quiere “que la policía lleve a cabo procedimientos normales si su hijo es declarado culpable. Que se mantenga firme y actúe como si se tratase de cualquier otra persona, y así la gente no puede decir nada en mi contra”.

Y añadía: “Eso es lo mejor… así podría decirle a la gente: esto es lo que hay. Ese es el cadáver de mi hijo”.

Pero Rodrigo Duterte no se ha limitado a hablar de su hijo y ha respondido con dureza al senador Trillanes, al que funcionarios del gobierno han acusado de mantener cuentas bancarias secretas para enmascarar su riqueza.

Y en medio de esa guerra, el presidente está seguro de que la rivalidad tan enconada terminará con la carrera de uno de los dos: “Lo destruiré o me destruirá”. Y el senador ya ha anunciado que piensa abandonar la política cuando su mandato termine en 2019, porque “Mi vida está en juego aquí”.

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